miércoles, 16 de febrero de 2011

UN ÉXITO, REGALO DEL COMITÉ DE LA FENAHUAP CON “LOS ANGELES NEGROS”


“Tu recuerdo hoy… ha venido a mí”, y la voz de Antonio Saavedra se enmarcaba en los acordes de la guitarra de (el director fundador) Mario Gutiérrez; la gente no contuvo la emoción y en ese marco: con una noche esplendorosa y un palacio radiante, se entregó al romántico regalo que el Comité de la Feria Nacional de la Huasteca Potosina (Fenahuap) otorgó en la víspera del “Día del Amor y la Amistad”, el pasado domingo 13.

Poco después de las 8, “Los Angeles Negros” tomaron su lugar e iniciaron el desfile de éxitos con “A tu recuerdo”, al que se sumaría “Déjenme si estoy llorando”, aunque entre el público lo menos que había era tristeza; por el contrario, se divertían con las ocurrencias del vocalista y disfrutaban con las complacencias de que eran objeto. No pudieron faltar “Murió la flor”, “Despacito”, y hasta un regalo muy acorde a la gente de la zona: “Serenata huasteca”.

“Ayer preguntaron por ti” sonaba, y el respetable también se preguntaba hasta qué horas llegaría el éxito que todos cantarían. Todavía “Los Angeles Negros” la hicieron de emoción un rato y entre temas de su nueva producción discográfica (“Metamorfósis”) intercalaron el inolvidable tema “Debut y despedida”, que aumentó la energía que ya para entonces se dejaba sentir por todos los rincones.

“Quédate sentada donde estás, hasta el final de la canción, como si nada”, se oía; y claro, los presentes –hombres y mujeres de todas edades- no se movieron un centímetro. Así, llegaría luego el éxtasis, que ya no se contuvo más, al sonar del requinteo y de la conocida frase de la romántica pieza esperada: “Amor adiós, no se puede continuar, ya la magia terminó, ahora tengo que marchar”.

“Y volveré, quizás mañana nuestro llanto quede atrás”, se oían todos a coro, y lo mismo se veía a personas comunes que hasta los invitados especiales y a los organizadores cantando a una sola voz. Así se fundió la multitud en un solo ente, que al unísono pedían “otra… otra”, y con su petición colectiva impidieron que “Los Angeles Negros” bajaran las primeras veces que lo intentaron.

Todavía dos horas después de melodías desfilando, y cuando el concierto definitivamente terminó, la mayoría de los músicos seguían arriba imprimiendo su rúbrica apoyados en los instrumentos, o abajo, rodeados de admiradores tomándose las fotografías del recuerdo. La fiesta se prolongó muchos minutos más, como un excelso aperitivo de lo que serán las noches de alegría en la Fenahuap 2011, del 8 al 24 de abril.